El control y el uso eficiente de los recursos biológicos del planeta es la principal herramienta con la que cuenta el ser humano en la carrera de fondo contra el cambio climático. El documento, titulado “¿La solución natural? El papel de los ecosistemas en la mitigación del cambio climático”, señala que la destrucción de los bosques tropicales produce cerca del 20% de los efectos de gases invernadero generados por los hombres, más que todo el sector de transporte junto. El documento hace especial hincapié en la necesidad de conservar la superficie forestal para reducir la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
El director del PNUMA, Achim Steiner aboga por en vez de invertir grandes sumas de dinero para enterrar el dióxido de carbono (CO2) producido por las centrales eléctricas a carbón, los países deberían más bien invertir en la naturaleza, que puede almacenar grandes cantidades de CO2. También se podría almacenar bastante CO2 con una reorientación de la agricultura.
Según algunas estimaciones, los ecosistemas del mundo preservados correctamente están en condiciones de almacenar más de 50 gigatoneladas (50 mil millones de toneladas) de dióxido de carbono en los próximos siglos.
En concreto, señala que si se consiguen reducir a la mitad los niveles actuales de deforestación hasta 2100, se rebajarían las emisiones de carbono en 50 gigatoneladas (Gt) durante el próximo siglo.
En concreto, señala que si se consiguen reducir a la mitad los niveles actuales de deforestación hasta 2100, se rebajarían las emisiones de carbono en 50 gigatoneladas (Gt) durante el próximo siglo.
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